Cómo hacer Crema de Cannabis: El Arte de Aliviar el Dolor

El Comienzo de una Solución Natural

¿Estás cansado de los dolores que no te dejan en paz? Hoy, te traigo una solución que podría parecer sacada de un cuento de hadas, pero que, créeme, tiene su ciencia. Vamos a adentrarnos en el mundo de las cremas caseras, pero no cualquier crema; una que combina el poder del cannabis, la pimienta cayena, el aceite de coco y las flores secas de árnica. ¿Te suena a receta de bruja? Pues sí, pero de esas brujas que curan.

Lo primero es saber que todos estos ingredientes los puedes pillar en cualquier herboristería que se respete, excepto el cannabis. Ahí te recomiendo optar por una variedad orgánica, para mantenernos en la onda verde y pura. Ahora, ¿por qué este combo mágico? Sigue leyendo y flipa con los beneficios.

¿Por Qué Esta Mezcla es la Bomba?

Vamos a desglosar esto como debe ser. Empezando por la pimienta cayena, esa que te hace llorar en la cocina, pero que aquí te hará llorar de alivio. Originaria de América, esta pequeña pero picante maravilla contiene capsaicina, que no solo te despeja las fosas nasales, sino que es un aliviador de dolores de aquellos.

Y no te hablo al boleo. Hasta el Centro de Tratamientos de Cáncer de América la tiene en su radar por sus propiedades contra el cáncer. Además, es un festival de vitaminas A, E, C, B6, y minerales como el manganeso y el hierro. ¿Te imaginas todo eso en tu piel?

Ahora, el cannabis. No es solo para volarse; tiene un potencial antiinflamatorio, calmante y analgésico que ni te cuentan. Ya sea THC o CBD, el asunto es que ayuda, y si cultivas, mejor aún, puedes usar tus propios cogollos.

El árnica, esa planta con flores que parecen soles en miniatura, es la reina de los ungüentos para golpes y dolores. Su poder para aumentar el flujo sanguíneo y sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas la hacen imprescindible en nuestra pócima.

Crema cannabis: Ingredientes para la Magia

• Cannabis: 5 gramos, preferiblemente orgánico.
• Aceite de coco: 100 ml, porque la naturaleza sabe.
• Pimienta cayena: 2 cucharadas grandes, para darle chispa.
• Flores secas de árnica: 3 cucharadas, directo de la madre tierra.

Manos a la Obra

Primero, calienta el aceite de coco al baño maría. Cuando esté líquido, agrega el cannabis triturado (usa un grinder para no complicarte). Este paso es crucial porque queremos que los cannabinoides se fusionen bien con el aceite y, de paso, se descarboxile el cannabis, que aunque no busquemos el viaje, el THC tiene lo suyo para la piel.

Después, échale la pimienta y las flores de árnica, y vuelve a ponerlo al baño maría. Dale amor, mezcla con cariño y paciencia. Diez minutos más y estás. Cuela la mezcla para quedarte solo con la crema, apretando bien la materia vegetal para aprovechar hasta la última gota.

Deja que la mezcla se enfríe y solidifique. Si hace calor, un rato en la nevera no le viene mal. Luego, aplícala con un masaje donde te duela, pero ojo con las mucosas, que la cayena no perdona.

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